Cada madre es única: algunas son espontáneas, otras risueñas, otras muy organizadas, otras más alocadas… Pero, sean como sean, todas tienen algo en común: ¡se desviven por nosotros!
Y no nos engañemos, sin ellas todo sería mucho más complicado. Porque hacen aparecer aquello que no encontrábamos, pero siempre estuvo allí, nos dan los mejores consejos del mundo y siempre tienen una sonrisa enorme para nosotros.
¡Aprovecha este 5 de mayo para agradecérselo regalándole un planazo y vive momentos inolvidables junto a ella!